Ashoka
William Goldberg tenía un talento único para transformar piedras en bruto en gemas de leyenda. Pero un día se topó con un diamante que ya era legendario. Extraído de una mina olvidada de la famosa región india de Golconda, había sido tallado por un artista desconocido de excepcional habilidad. El diamante Ashoka fue bautizado así en honor de uno de los gobernantes más poderosos y benévolos que ha visto el mundo.
Inspirado por ese diamante, creó una talla tan única y distintiva que le valió una patente propia. Con su talla distintiva y sus 62 facetas, el diamante ASHOKA® parece un 30% más grande que un diamante de talla esmeralda del mismo tamaño en quilates.
William Goldberg tenía un talento único para transformar piedras en bruto en gemas de leyenda. Pero un día se topó con un diamante que ya era legendario. Extraído de una mina olvidada de la famosa región india de Golconda, había sido tallado por un artista desconocido de excepcional habilidad. El diamante Ashoka fue bautizado así en honor de uno de los gobernantes más poderosos y benévolos que ha visto el mundo.
Inspirado por ese diamante, creó una talla tan única y distintiva que le valió una patente propia. Con su talla distintiva y sus 62 facetas, el diamante ASHOKA® parece un 30% más grande que un diamante de talla esmeralda del mismo tamaño en quilates.