El universo Franck Muller:
Una guía para entender la relojería de lujo
Si un reloj es “la única joya del hombre”, entonces la decisión que tomemos al elegirlo es una de las más importantes. Lo de hoy son piezas de lujo que reflejan al hombre que busca imponerse desde la muñeca y la llegada de Franck Muller a Colombia es prueba de ello.
Hablar de relojería de lujo implica hablar de técnica, historia y decisiones personales. Aunque muchas marcas cuentan con décadas o incluso siglos de trayectoria, también existen casas que, aun siendo más recientes, lograron consolidarse en esta industria. En ese grupo se encuentra Franck Muller, fundada en Ginebra por Franck Muller y Vartan Sirmakes.
La marca surgió con una idea puntual: crear relojes con diseño distintivo y complicaciones poco comunes en la época. Su propuesta se apoyó en un punto clave de la manufactura suiza: la independencia total de producción. Es decir, la casa fabrica internamente cada componente de sus piezas. Esto la llevó a consolidarse como una firma respetada dentro de la alta relojería desde la década de 1990.
Además de su historia, hay otro aspecto relevante: la forma en que el hombre latinoamericano percibe hoy este tipo de piezas. Para entenderlo, conversamos con Juan David Ariza, jefe comercial de la marca para América Latina, quien explicó qué busca realmente el comprador actual, qué diferencia a un reloj de lujo de uno comercial y qué criterios ayudan a elegir una pieza con claridad.
¿Qué hace que Franck Muller sea considerada una casa de alta relojería?
La alta relojería se basa en tres pilares: manufactura, complejidad y coherencia técnica. Y ahí es donde se ubica Franck Muller. La casa trabaja bajo un modelo vertical: diseña, fabrica y ensambla cada parte del reloj dentro de Watchland, una propiedad donde conviven el diseño, la ingeniería, el grabado, las pruebas, las cajas y el servicio técnico.
Esta independencia permite controlar la calidad de manera muy precisa. Según Juan Ariza, la marca “produce absolutamente todo lo que se ve en un reloj” y esto repercute en la precisión, en el mantenimiento a largo plazo y en la capacidad de experimentar con nuevos detalles.
La historia oficial de la casa confirma este enfoque. Desde sus inicios, el objetivo fue crear relojes con movimientos complejos y diseños originales. Sus grandes complicaciones (como tourbillones, calendarios perpetuos y movimientos de arquitectura poco tradicional) consolidaron el apodo que la acompaña desde hace décadas: “El Maestro de las Complicaciones”.
¿Qué debe tener en cuenta un hombre antes de elegir un reloj de lujo?
A partir de lo que explica Ariza y de criterios tradicionales de la industria, estas son las claves para una compra consciente:
1. Definir para qué se va a usar el reloj
- Un reloj para uso diario debe ser resistente y legible.
- Un reloj para ocasiones formales puede apostar por complicaciones o cajas más delgadas.
- Un reloj para colección exige investigación profunda.
2. Evaluar proporciones y ergonomía
Una caja demasiado grande puede verse imponente en fotos pero incómoda en la muñeca. Las líneas curvas de Franck Muller, por ejemplo, están diseñadas para ajustarse sin rigidez.
3. Considerar materiales y complicaciones
Los materiales cambian de popularidad cada año, pero las complicaciones clásicas (cronógrafo, calendario perpetuo, tourbillon) mantienen su relevancia a la hora de la elección.
4. Elegir un reloj que coincida con la identidad personal
Para Ariza, el reloj es “la única joya del hombre” y debería reflejar estilo, carácter y preferencias reales. No es un accesorio decorativo, sino un elemento que comunica quién es la persona que lo lleva.
¿Cómo entender la diferencia entre relojería comercial y relojería de lujo?
No todo reloj costoso es un reloj de alta relojería. Ariza describe una distinción que se vuelve cada vez más evidente para los compradores colombianos:
- La relojería comercial trabaja con producciones elevadas, movimientos estándar y diseños masivos.
- La alta relojería implica horas de trabajo especializado, acabados artesanales y un nivel técnico que no se puede reproducir a escala industrial.
¿Cómo se comporta el mercado colombiano frente a la relojería de lujo?
El hombre colombiano está cada vez más informado. Investiga antes de comprar, compara manufacturas y entiende la diferencia entre un reloj industrial y uno artesanal. Esa madurez ha permitido que marcas complejas encuentren un público creciente.
Franck Muller ingresó al país con una estrategia enfocada en joyerías líderes. Ariza menciona que trabajan con Bauer y otros joyeros referentes en cada ciudad, lo que les permite llegar a un cliente con conocimiento previo. Se estima un objetivo de ventas entre 300 y 400 piezas anuales, cifra acorde a la producción artesanal de la marca.
Bogotá concentra cerca de la mitad del mercado nacional, razón por la cual gran parte de los lanzamientos y exhibiciones se realizan allí.
¿Qué tendencias se proyectan en la relojería masculina para 2026?
Aunque el mercado cambia cada año, Juan explica que hay constantes que continúan marcando tendencia:
- Colores que varían según temporada.
- Preferencia por materiales.
- Interés creciente por calibres terminados a mano.
- Regreso a diseños más clásicos, incluso en marcas con estética vanguardista.
Comprender el universo de Franck Muller permite entender, a su vez, el momento actual de la alta relojería. Hoy, el comprador masculino no busca solo una marca reconocible, busca saber cómo está hecho un reloj, qué lo vuelve especial y qué dice de él como usuario.
La independencia técnica y la coherencia estética de Franck Muller la ubican como una opción sólida dentro del segmento de manufactura fina. Pero más allá de esa marca en particular, esta nota deja algo claro: la elección de un reloj de lujo es una decisión que comunica quién eres y hacia dónde vas.
Crédito del contenido: Ramé Cabrera – Esquire Colombia.
El universo Franck Muller: Una guía para entender la relojería de lujo.
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