mayo 9, 2018
La Esmeralda: una de las piedras preciosas más codiciadas alrededor del mundo
Aunque muchos la buscan por su valor comercial, otros la aprecian más por su simbología de fertilidad y fortuna. La esmeralda colombiana al igual que el café son frutos que distinguen al país de los demás, por su peculiar producción.
Hoy en día, las exportaciones de esmeraldas a los Estados Unidos suman el monto más alto que cualquier otra piedra de color y por eso, este mineral es una piedra especial.
El color es lo mas importante de una esmeralda, estas piedras en su gran mayoría van a tener muchas inclusiones por lo cual no hay que asustarse al verlas dentro de la piedra. Son piedras muy especiales y delicadas, una buena indicación de que una piedra no es esmeralda es su falta de inclusiones, o su corte muy perfecto.
La esmeralda, hace parte del grupo de las gemas más antiguas de la historia y su nombre posiblemente es persa, y significa piedra verde. Por lo general la esmeralda pesa menos de 1 quilate y se caracteriza por su color verde, aunque este depende de la zona donde fue minada pues su color cambia con los minerales del suelo donde se creó. Las esmeraldas son formadas de la fusión de berilio, aluminio, silicio, oxígeno y otro de los elementos de color.
Para el ojo del consumidor común sería muy fácil confundir una esmeralda verdadera con una esmeralda sintética e incluso un simulante y, en esa medida la recomendación es siempre acudir a un experto de una joyería de alta reputación en donde se le garantice que la piedra si es pura, o por medio de un certificado gemológico.
Por otra parte, debido a su valor, la esmeralda puede ser vendida por unos pocos dólares hasta muchos miles, y aunque dependen de la demanda y del mercado, este mineral de extraordinaria calidad puede superar los $50,000 dólares por quilate. Una esmeralda de buena calidad que pese tres quilates puede costar cinco veces más que una de igual calidad de solo un quilate. Conoce más detalles sobre las esmeraldas en nuestro canal de YouTube con Thomas Kling, gemólogo de Joyería Bauer